Anarchy Evolution capitulo 2 en español

sábado, 28 de mayo de 2011

CAPÍTULO 2

ENCONTRANDOLE SENTIDO LA VIDA
¿Qué si creo que es útil estudiar la evolución? Creo que la respuesta es sí, porque la visión del mundo que queremos, la que quiero, es una visión materialista del mundo. Todo lo verdadero que podemos aprender acerca de la naturaleza se suma a nuestra comprensión del mundo material, y eso es deseable.
-Richard C. Lewontin,1

A pesar de que dos puntos de vista parezcan ser completamente incompatibles, algunas personas en su pensamiento y su sentimiento pueden unirlas y al mismo tiempo creer en ambas. Ahora, no me pidan que explique eso. Considero que esto es algo que no se puede explicar.
-Ernst Mayr2

El legado de Darwin la conexión de la vida a través del tiempo.
-Lynn Margulis y Dorion Sagan
3

La primera vez que canté en una tocada de punk rock, estaba nerviosamente soñando despierto con Wisconsin, a dos mil kilómetros de distancia, donde mis mejores amigos estaban ocupados en sus vidas diarias, ajenos al suicidio social que estaba a punto de cometer. E
staba en una fiesta en una bodega en Santa Ana, California. Brett y Jay sostenían sus
instrumentos junto a mí. Nuestro baterista original, Jay Ziskrout, estaba sentado tristemente detrás de nosotros en el banco de su batería. El papá de alguien era dueño de una pequeña empresa que repartía y almacenaba conservas, y le había dado permiso a su hija de hacer una pequeña fiesta de cumpleaños para ella y sus amigos punks. Más de doscientas personas, de todas partes de Los Ángeles, llegaron con sus mohawks, botas, pañuelos, cadenas, y actitud de malos para descubrir que el rumor de la cerveza gratis había sido una farsa. Ahora tenía que cantar, por primera vez en público, ante una multitud muy enojada.

"Somos Baaaad Religion." Esas fueron las primeras palabras que dije en un concierto. Me inclinaba hacia el frente, mirando directamente a la punta de mis botas militares de la era de Vietnam. Nunca me ha molestado ser el líder de una banda de punk-rock. Me gusta provocar a la gente con mis canciones. Pero una cosa es imaginártelo en tu garaje y otra cosa estar ahí arriba en el escenario. Yo me cagaba de miedo.

Me paseaba de un lado a otro como un patinador a toda velocidad, sin mirar a nadie directamente a la cara. Nadie sabía dónde estaba la cumpleañera. De hecho, nadie en la banda la conocía, y ninguno de nosotros sabía cómo habíamos sido invitados a esta reunión. Lo único que sabía era que teníamos que tocar nuestras ocho canciones tan fuerte y tan rápido como pudiéramos y tratar de salir de allí sin que nos patearan el culo. Después de todo, eramos del Valle de San Fernando, un lugar famoso por el fútbol de preparatoria y las ventas de garaje del fin de semana, no por las bandas de punk. Las únicas bandas que eran de "el valle" trataban desesperadamente de mantener sus orígenes geográficos en secreto.

Cuando comenzó la primera canción, hasta los punks se sorprendieron por la retroalimentación y la distorsión sobre saturada de la guitarra de Brett. Recuerdo que sentí un poco de alivio cuando deje de ser el centro de atención por un momento. Tal vez Brett podría absorber su desprecio. Luego llegó el momento para que yo empezara a cantar. Al momento que las primeras palabras salieron de mi boca, tuve la sensación surrealista de que el tiempo se había detenido. Yo había trabajado mucho en las ideas y conceptos de nuestras canciones, pero nada de eso importaba ya. Ahora tenía que cantar.

Mi voz apenas se oía con toda la disonancia creada por los amplificadores saturados que parecían de juguete, yo no tenía ni idea de cómo estaba reaccionando la gente. Pero después de unas cuantas líneas finalmente tuve el valor de levantar la cabeza y echar un vistazo y lo que vi fue un milagro. El enojo de la audiencia se había convertido en un éxtasis de extremidades agitadas y cabezas sacudidas. Se estaban golpeando entre sí sin sentido, con los ojos desorbitados, gritando junto con el ritmo. Nuestra música había generado un inconexo y agresivo, despliegue emocional de movimiento colectivo. Inmediatamente sentí una extraña sensación de seguridad. Cada vez que cantaba, la gente reaccionaba. En contra de toda probabilidad, a mis quince años de edad y en segundo año de preparatoria, me había convertido en el centro de este delirante y súbito caos cacofónico.

Pero habría sido tachado de charlatán si de alguna manera hubiera mostrado placer. Por eso hablaba muy poco entre canciones, ya para nuestra tercera canción lo había dominado. Actitud desafiante y postura de patinador de velocidad-había descubierto una fórmula que funcionaría por años.

Al final de nuestra actuación ya tenía la confianza suficiente para decir: "Sigue, Social Distortion." Pero la reacción de la multitud fue de silencio, y por un momento pensé que había pronunciado algo mal. Pero resultó que los punks sólo querían escuchar más batería rápida y guitarras distorsionadas, y en realidad no importa quién tocara. Sin embargo, yo estaba tan seguro como un adolescente de quince años de edad puede estar, de que el público quería más de lo que Bad Religion podía ofrecer: letras polisilábicas, difíciles de entender acerca de Dios, la evolución y las grandes preguntas de la vida. Y yo tenía suficiente confianza en mi ilusión de hacer, de Bad Religion el punto focal de mi vida.


Formamos Bad Religion durante un momento crucial en la historia del rock and roll estadounidense. Las viejas formas musicales se tambaleaban, lo que abrió enormes oportunidades para nuevos tipos de música. Las “clasicas” bandas de rock como Aerosmith, Journey, y Kiss llenaban estadios, pero su música no tenía cerebro, eran casi una parodia de sí mismos. La música Disco había ido y venido sin aportar una sola banda notable. El Rock progresivo, después de algunos experimentos prometedores al principio de la década de 1970, se derrumbaba con su propio peso. El auge de la música punk a mediados de la década de 1970 era el resultado de varias fuerzas.4 Fue, por un lado, una reacción a la grandilocuencia de la música comercial, en parte, un retorno a los fundamentos del rock-and-roll, y en parte una declaración filosófica y musical de independencia. El punk se centró en tres puntos de actividad: Inglaterra, Nueva York y California. En el momento en que formamos Bad Religion, bandas como los Ramones, los Dead Boys, y Blondie tocaban en el CBGB's, Max's Kansas City, y otros clubes de Nueva York. En Inglaterra, los Sex Pistols se había autodestruido, mientras que Sham 69, The Clash, y Buzzcocks eran lo suficientemente famosos para encabezar sus propias giras en los Estados Unidos, donde tenían una gran influencia en bandas más jóvenes. En California, la escena punk era más diversa, con bandas tan influyentes como Weirdos, Black Flag , Circle Jerks, X, Germs, Gears, Dickies, y Fear. Antes de 1981, la escena punk de L.A. era una interesante mezcla de estilos. En la infancia del movimiento, un club de punk podía presentar bandas de art-rock como Geza X y Mommy men abriendole a una banda de rockabilly como the Gears, con una banda de hardcore punk como Black Flag encabezando el cartel, todos en la misma noche. Era una escena tolerante y acogedora en esos días, con gente que encontraba muchas formas de expresar su estilo de vida punk. Pero no se quedaría así.
Brett y yo crecí escuchando muchos tipos diferentes de música pop, desde rock progresivo hasta el Top 40, y todos esos estilos influyeron en nuestra manera de componer canciones. Pero nos considerábamos punk rockers y escribíamos canciones de punk-rock. Especialmente nos influenciaron bandas de punk que prestaban especial atención a la estructura del pop, como Dickies, The Buzzcocks, X, Sham 69, The Ramones, y nuestros contemporáneos, the Adolescents. El uso de letras poéticas por parte de cantantes como Elvis Costello y grupos como the Germs nos inspiraron para centrarnos en el significado de nuestras canciones. Incluso tomamos prestadas fórmulas de los Beatles, Elton John, y Todd Rundgren, aunque en aquel tiempo nunca lo hubiéramos admitido, debido al desprecio que los punks sentían por toda la música que no era punk. La tendencía no conformista de nuestras letras reflejaban, en parte, los acontecimientos en ese período en la historia de los Estados Unidos.
La nación se estaba volviendo políticamente más conservadora y conformista. El sur de California era un semillero del tele-evangelismo y de la derecha. La música punk representaba una manera de despotricar contra el apático pensamiento grupal de los suburbios al tiempo que ofrecía una alternativa a la corriente principal en política. A este respecto, el movimiento punk en el sur de California surgió del descontento de los suburbios, contrario a la escena punk Inglesa, que reflejaba el descontento de la clase obrera, o de la escena de Nueva York, que era una contra cultura puramente urbana rebelándose contra las normas artísticas vigentes. El énfasis en el estilo de vida suburbano del punk del sur de California fue lo que lo distinguió del punk en otras ciudades, y eso es en parte lo que más tarde lo hizo tan influyente en la conformación del rock.

A pesar de que nuestra música era a menudo furiosa y desesperada, presentimos una gran oportunidad. En 1980, nos encontramos en medio de una nueva escena musical que se erigía dispuesta a contradecir los cansados ideales hippies de las décadas anteriores. Era una época de cambios sociales generales, y queríamos unirnos a la refriega. En retrospectiva, no puedo decir que hayamos reconocido la importancia de los cambios que se estaban llevando a cabo, para bien o para mal, en la sociedad en general. Pero la escena punk, para nosotros, era para toda la vida. Habíamos encontrado una manera de expresarnos que nos conectaba con otras personas atrapadas entre la agonizante cultura juvenil de los años 1960 y 1970 y las ominosas y desconocidas décadas que conducían al nuevo milenio. Creíamos que la música proporcionaría la cohesión social necesaria para crear una nueva visión del futuro. Esta breve reseña de los orígenes de Bad Religion, no puede dejar de sonarme familiar como a alguien que ha estudiado la biología evolutiva. La evolución ocurre cuando las poblaciones de organismos aprovechan lo que, visto en retrospectiva, son grandes oportunidades y por lo general inesperadas. Las poblaciones de organismos no tienen idea de las oportunidades, igual que nosotros cuando empezamos nuestra banda. Pero en el curso de la historia natural, lo que pudieran parecer pequeñas innovaciones a veces pueden tener repercusiones mundiales. Por ejemplo, hace más de mil millones de años, un organismo unicelular comenzó a vivir dentro de otro organismo unicelular.5 Esta relación mutualista tuvo tanto éxito que hoy en día las células de todos los organismos multicelulares descienden de este innovador antepasado.6
Hace poco antes de 375 millones años, una especie de peces comenzó a pasar más tiempo en la tierra, posiblemente en busca de una presa o para escapar de los depredadores de los peligrosos mares Paleozoicos.7 Esos peces, como vertebrados, fueron el antepasado de todos los animales terrestres de cuatro extremidades que jamás hayan existido, incluyéndonos a nosotros. Comenzando hace unos 100,000 años, un pequeño grupo de humanos, con cuerpos bien definidos y excepcionalmente inteligentes, comenzó a expandirse fuera de su patria en el este de África en los territorios ocupados por otros grupos de seres humanos, incluyendo los neandertales en Europa y una especie de seres humanos llamada Homo erectus en Asia.8 Hoy en día todos los seres humanos descendemos de ese pequeño grupo de africanos del Este mientras que los Neandertales y los Homo erectus se extinguieron hace mucho tiempo. En cada transición, las poblaciones ancestrales no podían prever ninguna de las consecuencias de sus acciones. Simplemente reaccionaban a las condiciones ambientales de la época. Sin embargo, pusieron en marcha cambios profundos que rehicieron al mundo.
No quiero llevar la comparación entre la evolución biológica y la evolución cultural demasiado lejos. Son procesos muy diferentes y tienen resultados muy diferentes. Algunos biólogos evolutivos se resisten con fuerza la interpretación de los asuntos humanos en términos evolutivos. Cuando estaba trabajando en mi tesis doctoral, entrevisté a doce prominentes biólogos evolutivos en los Estados Unidos e Inglaterra, y uno de ellos, George Williams de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, entró de lleno en este campo. "Si se trata de un comportamiento natural, es malo, perverso", me dijo.9 A mi asesor de doctorado, William Provine de la Universidad de Cornell, también le desagrada hacer comparaciones entre la evolución y el cambio cultural." La evolución no es mi amiga", me escribió."No le importo a la evolución. A mi vida le dan significado las personas que se preocupan por mí. "10
No puedo ir tan lejos como para calificar a la evolución como algo maligno. La evolución es simplemente la forma en que funciona el mundo biológico, nos guste o no. Y una vez que la realidad de la evolución es aceptada, tiene una belleza extraña e imponente. Se produce durante períodos de tiempo más allá de la comprensión humana. Ha creado organismos de complejidad excepcional y de orden inmenso. Por supuesto, debemos resistirnos a cometer lo que los filósofos llaman la "falacia naturalista"-la idea de que podemos sacar conclusiones éticas del funcionamiento de naturaleza.11 La evolución biológica no justifica la crueldad hacia otros seres humanos en un esfuerzo mal entendido por salir adelante. Tampoco justifica instituciones sociales opresivas que se basan en parodias de ideas evolucionistas. Sin embargo, bien entendida, la evolución biológica puede ser una rica fuente de comprensión de las preguntas a las que nos enfrentamos todos los días. Y para mí, siendo un niño que creció en California, la evolución biológica satisfizo mi curiosidad y me llevó a profundizar en las grandes cuestiones de la vida. Era mucho más satisfactorio para mí que cualquier otra cosa que escuchara de los líderes políticos, religiosos o culturales. Siempre que pensaba en mi propia vida, inevitablemente era arrastrado hacia analogías de la evolución. Las culturas transmiten tradiciones, ideas, palabras y música de una generación a otra, y las culturas evolucionan poco a poco en el proceso. Pero hay una gran diferencia entre la evolución cultural y la evolución biológica de los organismos. Por un lado, los organismos no evolucionan biológicamente a lo largo de su vida útil. Cambian profundamente, como cuando un óvulo fertilizado se convierte en un ser humano adulto. Pero eso no es evolución biológica, sino desarrollo biológico. La evolución es un proceso que ocurre en las poblaciones de organismos a través de varias generaciones. Una población se desarrolla cuando los individuos con rasgos particulares mueren y son reemplazados por descendientes con rasgos diferentes. Esa es una de las cosas que hace la evolución biológica, a la vez trascendental y temible. Es literalmente una cuestión de vida o muerte.
Si la evolución consiste en un cambio en los rasgos a través de varias generaciones, entonces ¿qué es un "rasgo"? Pueden ser muchas cosas. Un rasgo puede ser una característica anatómica, como el tamaño o la forma de una extremidad, la coloración de la piel o del pelo, o el número de pétalos en una flor. Un rasgo puede ser un comportamiento que, a su vez, puede reflejar las conexiones anatómicas de las células del cerebro de un animal. O un rasgo puede ser puramente bioquímico, tal como los compuestos que circulan en la sangre o la composición molecular de un esqueleto.
Los rasgos tienen muchos orígenes. Hoy la gente tiende a pensar que los rasgos son el resultado de los "genes", que están codificados en las moléculas de ADN en nuestras células.12 Sin embargo, los genes no son la única fuente de nuestros rasgos. El óvulo y el esperma de los que todos nos desarrollamos contienen muchas moléculas ademas de ADN y estas moléculas ejercen una influencia sobre nuestros cuerpos en desarrollo. Además, nuestros cuerpos están influenciados por los nutrientes, toxinas, e incluso los sonidos a los que somos expuestos en el útero. Lo más importante, tan pronto como nacemos, las moléculas biológicas de nuestro cuerpo comienza una constante interacción con una inmensa variedad de factores en el medio ambiente, desde la composición del aire que respiramos hasta las conversaciones que tenemos con los demás. En estos días, cuando alguien me pregunta si estoy a favor de la "naturaleza" o de la "crianza" en el eterno debate sobre qué es más importante en la determinación de rasgos humanos, doy la única respuesta que tiene sentido: Soy un interactionista.13 Los rasgos de los individuos son el resultado de las interacciones entre sus moléculas biológicas y los ambientes en que se encuentran a lo largo de su vida.
La evolución biológica requiere de dos cosas. En primer lugar, los hijos tienen que diferir de sus padres. Esta variación surge de manera natural en organismos con reproducción sexual como nosotros. La mezcla de moléculas biológicas como el ADN, de dos organismos separados genera combinaciones únicas de rasgos. Además, estas moléculas biológicas pueden cambiar de una generación a otra, de la misma forma que el medio ambiente, y estos factores interactúan para producir diferencias en la descendencia. Piensen en lo diferente que son de sus padres-o lo diferente que son de sus hermanos, a pesar de tener los mismos padres biológicos. Incluso en las especies que se reproducen asexualmente- como los organismos unicelulares que simplemente se dividen en dos- los rasgos cambian poco a poco a través de alteraciones en las moléculas biológicas y en las interacciones que las moléculas tienen con el medio ambiente. El segundo requisito para la evolución es que un rasgo sea biológicamente hereditario. Por ejemplo, los rasgos que están codificados en el ADN se puede transmitir a la descendencia a través de óvulos o espermatozoides o cuando una célula se divide. Pero la herencia genética no está garantizada. Por ejemplo, un rasgo puede estar codificado en un pedazo de ADN que deja de ser distribuido por medio un espermatozoide o un óvulo. O el medio ambiente puede cambiar de alguna manera para evitar la expresión de dicho rasgo. El paso de los rasgos en el ADN de una generación a otra es un componente esencial de la evolución, pero no es la única forma en que los rasgos se transmiten. La biología evolutiva se ha centrado históricamente en un tipo particular de rasgos heredables. Algunos rasgos le permiten a un organismo tener más descendencia que otros organismos en una población. De esta manera, un rasgo hereditario puede llegar a ser más abundante en la siguiente generación. Es simplemente un juego de números. Nuevos rasgos aparecen por primera vez en un solo organismo (como las canciones de un álbum debut de una banda punk pionera). Pero pueden aparecer en un número creciente de organismos con cada nueva generación si estos ayudan a los organismos a tener más descendencia que otros en la misma población (así como esas canciones inspiran a otros para formar sus propias bandas). Después de suficientes generaciones, pueden convertirse en un rasgo tan extendido que es esencialmente universal dentro de una población de organismos (como cuando el punk entró en la corriente principal y se escuchaban canciones de punk, como lo sucede hoy, en la radio comercial). De la misma manera, si un nuevo rasgo causa que un organismo tenga menos hijos, ese rasgo probablemente no persista (como tantos experimentos fallidos en el punk, como el "disco perdido" de Bad Religion Into the Unknown). En el párrafo anterior, hice analogías entre la evolución biológica y la historia de la música punk. Pero una vez más es importante tener en cuenta que los dos procesos son muy diferentes. La opinión más ampliamente aceptada de la evolución biológica es que la acumulación gradual de rasgos se debe a que algunos organismos en una población dejan una descendencia más viable que otros. De esta manera, las poblaciones de organismos se adaptan cada vez más a los ambientes en que viven. La escena punk no evolucionó a partir de la variación heredable, sino más bien de las innovaciones culturales que tocaron fibras sensibles en grupos dispuestos de inadaptados. Sin embargo, es difícil para mí no hacer un paralelo con la evolución. Imaginaba cada concierto de Bad Religion como una oportunidad medio ambiental única. Podríamos tratar de aumentar nuestro rasgo de popularidad cantando y tocando mejor, en cuyo caso nuestra popularidad crecería. O podríamos ser una porquería y perder seguidores, causando nuestra propia extinción . De cualquier manera, las similitudes me parecían obvias.


Finalmente transferí mi resistencia a la autoridad hacia la ciencia. Ya en el posgrado, hice una investigación relacionada con la evolución de los peces. El consenso general entre los biólogos evolutivos es que los peces se originaron en agua salada, probablemente en aguas poco profundas cerca de la orilla. Muchos científicos de renombre apoyan esta teoría, pero casi ninguno de ellos ha hecho trabajos geológicos en las rocas sedimentarias en las que los primeros fósiles de peces se conservan. Mi asesor de postgrado14, reconociendo mi juventud antiautoritaria, supo que éste era el proyecto perfecto para mí. Podría encontrar información básica que causarían un gran revuelo entre los dioses de la comunidad paleontológica.
Un pequeño contingente de científicos ofrecían una hipótesis alternativa de que los peces se originaron en lagos de agua dulce y ríos. Pero su razonamiento se basaba en datos anatómicos y fisiológicos comparativos , y no en trabajo geológico de campo. Para probar esta hipótesis, los peces fosilizados necesitaban ser cuidadosamente estudiados. Si las rocas que rodeaban a los fósiles de los primeros peces podían ser analizadas, tal vez se podría determinar el entorno en el que vivían. Durante un par de veranos trabajé en las montañas Sangre de Cristo de Colorado. Muy por encima de la línea de los árboles se encuentran rocas sedimentarias que contienen algunos de los fósiles de peces más antiguos del mundo. Estábamos a treinta kilómetros de distancia de cualquier señal de otros seres humanos, por encima de los bosques de Colorado, con una vista panorámica del Valle de San Luis que se encuentra a casi 300 metros abajo. Acampamos durante semanas, llevando todo nuestro equipo a caballo. A principios del verano, mi asesor de campo, Ted, señaló hacia un lado del inmenso valle donde estábamos parados. "Investiga esa área. Yo voy a trabajar del otro lado. Nos vemos en el campamento para la cena. "
Recogí muestras de sedimento y pequeños huesos fragmentos durante todo el día. Mi comida eran barras de granola y carne seca sobre promontorios rocosos azotados por el viento. Pasaba diez horas sin hablar una sola palabra con nadie. Era una búsqueda solitaria, pero darle un descanso a mi voz fue agradable. Los cantantes tenemos que usar nuestras voces de manera no natural, y a veces no decir nada en absoluto puede ser un gran alivio. A pesar de la soledad, yo estaba muy emocionado con la ciencia. Yo estaba recogiendo los fragmentos de los primeros tejidos duros vertebrados, los primeros organismos con esqueleto óseo. Ponía los fragmentos en pequeños sacos de lona. En el oeste, podías ir a los bancos del pueblo y decir que estabas recogiendo rocas y fósiles, y con gusto te vendían los sacos de dinero que les sobraban. Todavía tengo las muestras de mi trabajo de campo en esos sacos de banco. Cuando volví al laboratorio de la UCLA, analicé las rocas sedimentarias bajo mi microscopio. Para mi gran satisfacción, la investigación no apoya la teoría reinante. Por el contrario, los fósiles de peces más antiguos parecían estar incrustados en las rocas que tenían su origen en agua dulce, ya que en las rocas no había presencia de invertebrados marinos característicos de ambientes de agua salada. Tal vez lo más importante, los sedimentos que contenían los fósiles de estos vertebrados mostraban marcas características, o "firmas", asociadas a sistemas fluviales, y no con entornos de poca profundidad, en alta mar. Mi estudio no fue ampliamente reconocido, a pesar de ser publicado en una importante revista paleontológica.15 Pero el campo de la paleoictiología (el estudio de fósiles de peces) ha seguido progresando. Hoy en día, hay fósiles de peces más antiguos que aquellos con los que trabajé, pero la pregunta de si los vertebrados se originaron en el mar o en arroyos permanece sin respuesta. Al igual que en todas las ramas de la ciencia, el descubrimiento lleva a una historia más detallada y satisfactoria del pasado y al mismo tiempo la formulación de nuevas preguntas que exigen respuestas. Y nunca he olvidado que la recolección de datos científicos puede ser una gran manera de resistir a la autoridad. Teniendo en cuenta mi historia en este campo, ha sido muy interesante para mí leer un estudio de campo seminal que se ha llevado a cabo durante los últimos años por un equipo de paleontólogos de la Universidad de Chicago, la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia, y la Universidad de Harvard.16 Los investigadores estaban buscando fósiles en la isla de Ellesmere, muy por encima del Círculo Polar Ártico en el norte de Canadá. Sólo podía trabajar un par de semanas cada verano después que la nieve del invierno anterior se derritiera y antes de que las primeras tormentas cayeran, y a menudo tenían que soportar fuertes vientos y temperaturas bajo cero. Pero para un cazador de fósiles como yo, el paisaje es perfecto. El suelo está totalmente desprovisto de vegetación y las rocas se rompen por el continuo cambio en la temperatura. Los fósiles pueden desprenderse de la piedra que los rodea como un nadador que sale de debajo del agua.
Buscaban en rocas formadas por sedimentos que se depositaron cerca de 375 millones de años atrás por serpenteantes ríos que fluían hacia el océano. En ese entonces, el paisaje era muy diferente a como es en la actualidad. A causa de la deriva continental, lo que hoy es la isla de Ellesmere se encontraba entonces cerca del ecuador. El suelo estaba cubierto por plantas primitivas, incluyendo helechos antiguos, colas de caballo, y las más antiguas plantas con semilla. Antiguos tiburones y peces llenaban los océanos, pero los únicos animales que había estado viviendo en la tierra durante largos períodos eran artrópodos como los ácaros, escorpiones y otros insectos. Al final del 2004, los científicos encontraron lo que estaban buscando. Era el fósil de un pez con escamas, aletas, una cabeza plana, y con los ojos en la parte superior de su cabeza. Pero tenía cuello, por lo que podía mover su cabeza de forma independiente de su cuerpo, que es algo que los peces que viven hoy en día no pueden hacer. También tenía los pulmones, al igual que algunos peces de hoy, por lo que podía respirar aire directamente de la atmósfera en lugar de depender de agua de poca profundidad, pobre en oxígeno. Lo más importante, sus aletas delanteras tenían un hueso grande unido a dos huesos pequeños conectados a un revoltijo de huesos en la parte posterior, que es la misma disposición que los huesos de nuestros propios brazos. Los biólogos llaman a esta organización "epipodial" y “propodial”. Tu epipodialia conecta tus pies y tus manos; En tus piernas, tu epipodialia se llama tibia y peroné, y en los antebrazos se les llama radio y cúbito. Tu propodialia conecta la epipodialia con el resto de tu cuerpo. En los humanos la propodialia son los fémures de las piernas y el humero de los brazos. Los fósiles encontrados en esta expedición Ártica eran similares a los peces en casi todos los sentidos. Sin embargo, la estructura de sus miembros recordaban las primeras etapas de los vertebrados terrestres y no a los peces en absoluto. Los científicos llamaron a estos fósiles Tiktaalik, que significa "pez de agua dulce" en el idioma de los nativos Inuit.
El Tiktaalik es un ejemplo perfecto de un fósil de transición entre dos linajes evolutivos. Tiene muchas características de los peces que luego ocuparon los océanos. Pero también tiene características de los anfibios que en unos pocos millones de años pasarían gran parte de su vida en la tierra. Los anfibios posteriormente darían lugar a los reptiles, estos darían lugar a los mamíferos, los que a su vez darían lugar a los primates, dándole lugar a un primate inusual conocido como Homo sapiens. Así es. Los seres humanos somos descendientes de esta secuencia muy poco probable de linajes de los vertebrados, cada una se desprende de un grupo ancestral. ¿Cómo podemos describir la evolución del Tiktaalik a partir de especies anteriores? Las reconstrucciones evolutivas, como todos los recuentos históricos, casi siempre tienen un elemento de especulación, pero la siguiente es una explicación plausible. Hace algún tiempo, menos de 375 millones años, una especie de peces debió haber vivido en arroyos de agua dulce llenos de vegetación en un paisaje tropical. Como parte de la variación natural de los rasgos de los individuos, algunos de los miembros de esta especie ancestral debieron haber desarrollado aletas delanteras más articuladas y mas largas que los otros miembros de la especie. Estas aletas pueden haber dado a estos individuos algún tipo de ventaja en los arroyos donde vivían.
El Tiktaalik tenía músculos poderosos en sus aletas delanteras, lo que sugiere que las utilizaba para nadar fuera del agua. Tal vez un individuo con extremidades más largas y más fuertes estaba mejor equipados para buscar sus presas, por lo que era mejor cazador que otros en su cohorte. (el Tiktaalik también tenía hileras de dientes afilados, lo que indica que no era vegetariano.) De ser así, los individuos con extremidades mas fuertes podrían haber tenido mayor descendencia, y muchos de los descendientes habrían tenido los miembros más desarrollados de sus padres. Mientras tanto, algunos de estos descendientes podrían haber tenido otras características adecuadas para cazar sus presas en tierra, como una mejor visión y mayor movilidad, y un sistema circulatorio más idóneo para la vida en la tierra. Durante miles de generaciones, estos rasgos se acumularon en las poblaciones descendientes. Nuevas variaciones pudieron ser producidas mientras las poblaciones pioneras se propagaban en varios micro hábitats en el medio terrestre. Finalmente, los grupos con estas características sería muy diferentes a sus antepasados ​​que vivían en los océanos. Con el aislamiento reproductivo, se producirían nuevas especies diferentes y separadas. La especiación es especialmente trascendente cuando una especie se encuentra con una nueva forma de vida, como el Tiktaalik hizo cuando pasó más tiempo fuera del agua y menos en ella. De repente, recursos sin explotar estuvieron disponibles en un paisaje libre de depredadores. Después del éxito de la primera excursión hacia nuevas formas de vida, la especiación puede ocurrir más rápidamente, al originarse nuevas especies que aprovechan las nuevas oportunidades. Unos pocos millones de años después del Tiktaalik, muchas especies de anfibios pasan la mayor parte de su vida fuera del agua. Finalmente, los linajes evolutivos independientes de los anfibios comenzaron a parecerse cada vez menos entre sí. Distintos rasgos propicios para formas de vida únicas en la tierra se acumularon, lo que se tradujo en más especies nuevas que diferían de las especies ancestrales.
Este tipo de patrón, en el que una especie ancestral da lugar a una plétora de nuevas especies, se conoce como "radiación adaptativa".17 Nuevos rasgos evolucionan como respuesta a la colonización de nuevos hábitats. Entre mayor sea la variedad de hábitats a los que una especie se encuentra mientras se propaga a través de nuevas regiones geográficas, es más probable que se dividida en una gran variedad de especies descendientes durante miles de generaciones. Y el paso a la tierra fue especialmente fructífero. Todo evoluciona a partir del primer animal tipo pez que hizo la transición a la tierra, desde los dinosaurios a los renos, de los elefantes a los colibríes, de las serpientes a los seres humanos. El origen de nuevas especies a partir de especies preexistentes conduce al famoso esquema de "árbol de la vida".18 Todas las especies vivas en la actualidad están representadas por las puntas de las ramas más pequeñas en la parte superior del árbol. Pero cada especie desciende de una especie anterior, yendo hacia atrás en el tiempo de las ramas al tronco del árbol. Por lo tanto, todas las especies se relacionan entre si.
Algunas especies están más estrechamente relacionadas, como ocurre con los seres humanos y los chimpancés. Algunas están más alejadas, como los seres humanos y el moho del lodo. Pero cada par de especies que vive hoy comparte similitudes, porque ambos son descendientes de una especie ancestral, aunque tal vez tengamos que ir muy lejos en el pasado para encontrarlo. Fue sólo hace un poco más de un siglo y medio, cuando Charles Darwin y Alfred Russel Wallace explicaron cómo todas las especies del planeta podrían ser el producto de una relación ancestro-descendiente.19 Fue el descubrimiento más importante que jamás se haya hecho en la ciencia- más importante que el descubrir que la Tierra gira alrededor del sol, más importante que el comprender que el universo tiene miles de millones de años, más importante incluso que el descubrimiento de los componentes del átomo. El reconocimiento de la evolución biológica revolucionó por completo la idea que los seres humanos tenían acerca de sí mismos y de su relación con el resto del universo. No es de extrañar que mucha gente todavía no se haya reconciliado con las implicaciones de la evolución.
Para darle nuevo sentido a la cita que incluí en el capítulo 1, antes de que Darwin y Wallace publicaran sus ideas en 1859, nada en biología tenía sentido si no era a la luz de la teología natural. Antes de la publicación de Darwin y Wallace, la mayoría de las personas a las que hoy podríamos llamar científicos estudiaban la naturaleza como una manera de revelar la intención divina de un dios con intenciones. Algunos eran llamados "filósofos de la naturaleza", y otros "teólogos naturales". Ellos interpretan la distribución y características de los seres vivos como evidencia del diseño intencional de la creación de Dios. Para los teólogos naturales, las especies, eran "los pensamientos en la mente de Dios," creadas en su forma y ubicación actual por razones que sólo Dios conocía. En 1829, mientras yacía en su lecho de muerte, el reverendo Francis Henry Egerton, el octavo y último conde de Bridgewater, encargó una serie de libros sobre "el Poder, la Sabiduría y la Bondad de Dios, tal como se manifiesta en la Creación." Los libros tenían que utilizar "la variedad y la formación de las criaturas de Dios", "el efecto de la digestión", "la construcción de la mano", y "una infinita variedad de argumentos" para iluminar la obra de Dios en el diseño de la naturaleza. Ocho de los llamados Tratados Bridgewater se publicaron entre 1833 y 1840.20 Por ejemplo, en su libro aparecido en 1834 La Mano: su mecanismo y atributos vitales como prueba de diseño, Sir Charles Bell comenzó escribiendo: "Si se selecciona un objeto de toda la extensión de la naturaleza animada, y la contemplamos plenamente y en todos sus aspectos, sin duda, llegaremos a esta conclusión: hay diseño en la construcción mecánica, benevolencia en los atributos de las propiedades de vida, y que el resultado en conjunto es el bien." La teoría de la evolución de Darwin y Wallace se convirtío en teología natural en su cabeza. Su explicación de las diferencias biológicas entre las especies mostró cómo los procesos naturales pueden producir todas las especies en la tierra sin necesidad de intervención divina. La mano, por ejemplo, no es un dispositivo construido por Dios para satisfacer las necesidades de los seres humanos. Es más bien una modificación, a través de millones de generaciones, de la aleta que el Tiktaalik (o de un pariente cercano del Tiktaalik) utilizaba para empujarse fuera del agua.21 El papel de Dios en el transcurso de la naturaleza se redujo a irrelevante tras la publicación del Origen de las especies de Darwin. El descubrimiento de la evolución tuvo un profundo efecto en la manera en que la gente concebía el mundo- aunque su aceptación ha sido un proceso lento y multigeneracional. Se puede decir con seguridad que, a mediados del siglo XIX, la mayoría de los biólogos eran creyentes religiosos. Darwin se preparó para el ministerio en Cambridge antes de su viaje de cinco años en el Beagle alrededor del mundo, el cual le llevó a comenzar a cuestionar la providencia del diseño de la naturaleza. Darwin retrasó la publicación de sus resultados durante más de veinte años, porque sabía que iban a ser socialmente explosivos (y porque no quería ofender a su devota esposa). Incluso después de que Darwin hiciera sus ideas evolutivas públicas, hubo una considerable renuencia a explorar sus implicaciones en su totalidad. Como el escritor escocés Thomas Carlyle le dijo una vez al biólogo inglés Thomas Huxley: "Si mi progenitor fue un mono, le agradecería, Mr. Huxley, que fuera tan amable de no mencionarlo."22 En la primera parte del siglo XX, las creencias religiosas de los científicos se convirtieron en objeto de estudio. En 1914, James Leuba, un psicólogo americano en la Universidad Bryn Mawr en Pennsylvania, encuestó a cuatrocientos científicos identificados como especialmente prominentes en la edición de 1910 de Hombres de Ciencia Americanos.23 Leuba les preguntó si creían en un dios, "a quien se puede orar con la esperanza de recibir una respuesta. " También les preguntó si creían en la inmortalidad, o la vida después de la muerte. Encontró que alrededor de un tercio (32 por ciento) creía en un dios personal. Un poco más (37 por ciento) creía en la inmortalidad.
En 1933, Leuba repitío básicamente el mismo cuestionario. La creencia en un dios personal y en la inmortalidad se había reducido drásticamente- alrededor de uno de cada siete.24 Leuba predijo que la creencia en un dios personal y la inmortalidad continuaría cayendo entre los miembros más respetados de la comunidad científica. Me enteré de este proyecto siendo estudiante de doctorado cuando mi asesor, Will Provine, me dijo: "Has estado escribiendo música y cantando acerca de mala religión desde hace años, y tienes una gran formación en evolución. ¿Por qué no haces un proyecto sobre las creencias religiosas de los biólogos evolucionistas?" De inmediato vi que se trataba de una gran sugerencia. Este proyecto me permitiría explorar los vínculos entre la religión y la evolución mientras discutía con autoridades lo que pensaban acerca del impacto de la evolución en las creencias religiosas tradicionales. Encuesté a 271 científicos evolutivos profesionales elegidos como miembros honoríficos en 28 academias nacionales de todo el mundo. De ellos, 149 evolucionistas de 27 países respondieron mi cuestionario.25 También llevé a cabo entrevistas personales con 12 de ellos para conocer con más profundidad su manera de pensar.
Uno de los aspectos más destacados de mi proyecto fue una charla que tuve por la tarde con Richard Dawkins en Oxford, Inglaterra. Tomamos té en su "jardín", que en Inglaterra significa "en el patio trasero." Me dijo que admiraba aspectos de mi cuestionario y lo consideraba un estudio que valía la pena, lo que fue una gran afirmación para mí. No importa que tan ampliamente se citen los resultados en el campo, considero estos datos como un punto de referencia para medir el grado de compatibilidad entre evolución y religión en la última generación de los grandes biólogos evolucionistas del siglo XX.
Mis resultados globales confirman la predicción de Leuba. Sólo 13 de los 149 encuestados-cerca de 9 por ciento-cree en un dios que juega un papel activo en el mundo. Otras encuestas realizadas en los últimos años han demostrado resultados similares.26 La creencia en un dios que ejerce una influencia en el mundo natural no ha caído a cero entre los biólogos prominentes, pero los creyentes en este grupo de científicos se han convertido en una pequeña minoría. En mi encuesta, también quería hacer una distinción entre dos tipos de creencias religiosas. Un grupo de gente religiosa cree en un dios que creó toda la materia y las fuerzas en el universo, pero no interviene en los acontecimientos diarios. Después de la creación, Dios se apartó y dejó que su creación se gobernara por sí misma. Esta creencia, en general, se conoce como deísmo, aunque existe una variación considerable entre los deístas. Algunos simplemente creen que Dios creó el universo y luego dio un paso atrás para ver qué pasaría. Algunos creen que Dios organizó el mundo para producir seres humanos. Otros ven en la moral humana un argumento para la existencia de Dios. Algunos deístas pueden incluso creer en la vida después de la muerte. Pero por lo general los deístas rechazan la idea de un Dios que responde a las oraciones o interviene en los asuntos humanos.
Creyentes más tradicionales adoran a un dios que interviene en sus asuntos diarios. Esta posición se conoce como teísmo. La gran mayoría de creyentes religiosos son teístas. Creen en un Dios que responde a sus oraciones, se preocupa profundamente por el bienestar de todos, y hace que las cosas sucedan en beneficio de alguien o algo. Los teístas tienen una relación personal con su dios, y la mayoría de ellos creen firmemente en la vida después de la muerte. No es de extrañar, que tiendan a ver el deísmo como un insulto, porque el deísmo niega la existencia de un bondadoso dios personal.
En mi encuesta, permití que los encuestados se identificaran como simpatizantes de una creencia o una combinación de creencias. Sólo 2 de los 149 encuestados se describieron como totalmente teístas. Ninguno se identifico como deísta puro. Y 116-casi el 80 por ciento de la muestra-se identifico como naturalistas puros. De los que respondieron que tenían una combinación de creencias, once se describieron como más naturalistas que deístas, cuatro dijeron que eran naturalistas y deístas por igual, y dos dijeron que eran más deístas que naturalistas. Otros once se identificaron con algún componente de la creencia teísta. Por lo tanto, treinta personas en mi encuesta dijeron que tenían alguna creencia religiosa. (Uno de mis entrevistados no respondió a esta parte del cuestionario.) Sin embargo, menos de la mitad de este grupo creía en un dios que interviene en el mundo.
Mi cuestionario se conformaba de diecisiete preguntas totalmente diferentes, con espacio para comentarios opcionales, por lo que abordaba muchos más temas qué encuestas anteriores. Una pregunta que particularmente quería responder era si se consideraban a sí mismos evolucionistas monistas o dualistas. El monismo, que se deriva de la palabra griega "uno" o "solo", asume que todas las cosas estudiadas por las ciencias naturales se rigen por las fuerzas naturales que se pueden estudiar a través de los métodos de las ciencias naturales. Los monistas niegan la existencia de un reino sobrenatural que tiene alguna influencia sobre el universo físico. Los dualistas, por el contrario, aceptan la existencia de una entidad sobrenatural. Ellos creen que el universo se compone de un ámbito natural y un reino sobrenatural. Ambos, teístas y deístas son dualistas, porque creen en dos dominios: uno que consiste en el mundo natural y el otro que es el reino de Dios.
El monismo es la visión del mundo por defecto de las ciencias naturales. En la ciencia, una explicación tiene que estar basada en evidencia empírica. En una respuesta ligeramente diferente, una declaración debe ser falsable para ser considerada una explicación científica -tiene que haber algún tipo de prueba que pueda aplicarse a la declaración para demostrar que es errónea. Por ejemplo, la afirmación de que la luna está hecha de queso es una declaración científica porque puede ser falseada. Se pueden utilizar hechos para sustentar la afirmación (por ejemplo, la densidad y la geología de la Luna derivado de los cálculos de su órbita, observaciones con telescopios y experimentos con rocas traídas por los astronautas del Apolo), y la afirmación puede ser rechazada.
Otra forma de describir la ciencia es decir que se basa en el concepto de escepticismo. En la ciencia, el escéptico duda de la veracidad de una declaración hasta que se disponga de pruebas para apoyar esa afirmación. Si existen afirmaciones no probadas en una explicación científica, dichas afirmaciones apuntan a las áreas que necesitan más estudio y control. Los científicos creen que se pueden acercar más y más a algo que puede ser descrito como "la verdad" a través de la observación, la experimentación y la verificación. Nunca se puede saber si se ha alcanzado la verdad absoluta-en la medida en que tal cosa se puede definir. Pero si una afirmación ha sido probada tantas veces que ya no hay motivos razonables para sospechar que más pruebas revelen una discrepancia, los científicos ya no se refieren a esa declaración como una teoría o hipótesis. La llaman un hecho. Por lo tanto, es un hecho que la Tierra gira alrededor del sol, que los seres humanos necesitan oxígeno para sobrevivir, y que la evolución biológica es responsable de la diversidad de organismos que viven en este planeta. Ningún científico serio está tratando de probar estas afirmaciones, porque todas ellas se han verificado más allá del punto del que se requieren pruebas adicionales.
Por el contrario, las religiones son visiones del mundo basadas, por lo menos en parte, en las acciones de una entidad sobrenatural. Los textos religiosos no son revisados o comparados con nuevos conocimientos, a diferencia del conjunto de conocimientos que constituye la ciencia. Las religiones tradicionales no fomentan el descubrimiento de nuevos conocimientos empíricos a menos que se haga expresamente para verificar la sabiduría que se presenta en los escritos religiosos. Los relatos de la religión pueden enriquecerse, pero nunca puede ser falseados. Algunas personas religiosas creen que "la verdad" se puede encontrar a través de la contemplación silenciosa o de un diálogo privado entre un solo individuo y una deidad. Pero ese conocimiento no se basa en el mundo físico. Es personal, no cuantificables, subjetivo e interno. Por lo tanto, no pasa la prueba de la visión del mundo naturalista, porque la verdad de una persona religiosa no se basa en los pilares del conocimiento naturalista: el descubrimiento, la experimentación y verificación.
Una de las grandes ventajas de la visión naturalista del mundo es que sirve de base para unir a las personas bajo un conjunto común de reglas. El conocimiento de la ciencia es público, no privado, porque debe ser presentado a los demás para su verificación o falsificación. Un naturalista cree que la verdad empírica espera ser descubierta, y que todos podemos estar de acuerdo en la verdad empírica, siempre y cuando creamos en unos cuantos criterios importantes. La ciencia puede existir en cualquier cultura y en cualquier nación. Es una empresa mundial en donde las personas con antecedentes radicalmente diferentes pueden converger en la misma verdad. En una época en que los desacuerdos sobre cuestiones de verdad y opinión cobran tanta importancia, la capacidad del naturalismo para forjar un acuerdo sobre cuestiones difíciles es uno de sus grandes atractivos.
Los naturalistas no reconocen lo sobrenatural, por lo que no fue una sorpresa que el monismo fuese la cosmovisión de la mayoría de los biólogos evolucionistas que respondieron mi encuesta. En respuesta a la pregunta de si los seres humanos están hechos solo de propiedades materiales, sólo de propiedades espirituales, o ambas, el 73 por ciento eligió sólo las propiedades materiales. Aún más -el 88 por ciento-dijo que rechazaban la noción de la inmortalidad.
En mi encuesta, también le pregunte a los biólogos evolucionistas sobre sus puntos de vista sobre la relación entre evolución y religión. Tengo que admitir que aquí tenía algunas expectativas acerca de lo que dirían. Sabía, por encuestas anteriores, que la mayoría no creía en Dios. Así que esperaba que dijeran que la religión y la ciencia son mutuamente excluyentes. Después de todo, la religión hace muchas afirmaciones acerca del mundo natural. La Biblia dice que una gran inundación destruyó todo en la tierra, que el sol se detuvo, que Jesús nació de una madre virgen, y que los muertos volvieron a la vida. Aunque algunas de estas declaraciones pueden entenderse en sentido metafórico, por lo menos algunas están claramente destinadas a ser tomadas literalmente, ya que la teología cristiana se apoya mucho en su veracidad. Yo estaba sorprendido por las respuestas que obtuve. La mayoría de los biólogos evolutivos (72 por ciento) dijeron que la religión es un fenómeno social que se ha desarrollado con la evolución biológica de nuestra especie. En otras palabras, ven a la religión como una parte de nuestra cultura. No necesariamente la ven en conflicto con la ciencia.
Esto me parece cortesía social, no honestidad intelectual. Los evolucionistas parecen estar más preocupados por agradar al público que por acercarse de manera responsable la exploración de las implicaciones de su visión del mundo. Puede ser posible compartimentar la ciencia y la religión para que no parezcan estar en conflicto. Pero no hacer las preguntas difíciles para evitar el potencial conflicto entre la ciencia y la religión deja de lado el espíritu de confrontación de la investigación científica. Declaraciones hechas por autoridades con la expectativa tácita de que éstas no sean cuestionadas por los poderosos son precisamente las que me gusta investigar y desafiar. Después de todo, la práctica básica de la ciencia nos obliga a probar todas las declaraciones con los mismos criterios: la observación, la experimentación y verificación. Si los científicos están dispuestos a descartar un dominio entero de la vida humana exentándolo de sus métodos, ¿cómo pueden esperar que alguien respete esos métodos? Al tratar de protegerse de una reacción pública en contra de su opinión abrumadoramente monista- devalúan el punto que están tratando de probar.

A veces veo grupos de niños de la iglesia, en excursiones en una reserva ecológica no lejos de mi casa en Nueva York. Muy pocos estadounidenses están interesados ​en la historia natural básica, por lo que me resulta difícil condenar esta actividad, incluso si un maestro de catecismo se contenta con responder a cada pregunta diciendo, "Vaya, Dios hizo cosas interesantes." Enseñé a mis dos hijos a una edad muy temprana a observar la naturaleza de cerca, no a adoctrinarlos en una especie de punto de vista religioso, sino a enseñarles a ver el mundo como lo que es. Entre más gente puede observar los muchos insectos, anfibios, plantas y formaciones rocosas a su alrededor, mejor.
Los niños en una excursión de la iglesia están esencialmente haciendo el trabajo de los teólogos naturales de hace doscientos años. Lo que espero es que atraviesen, a lo largo de su vida, una progresión similar a la que la biología ha experimentado en los últimos dos siglos. Varios de los biólogos que entrevisté para mi tesis abandonaron sus primeras creencias religiosas cuando se sumergieron en el mundo natural. Uno de ellos, John Bonner de la Universidad de Princeton, me dijo: "La razón por la que un día decidí que yo no quería ninguna religión a esa edad -bueno, tal vez tenía catorce, fue que aves, gorriones fuera de mi ventana, parecían tener una existencia perfecta y estar viviendo tremendamente bien .... Yo pensé: 'pueden hacer eso sin Dios", y eso es lo que me hizo decidir que la religión no era para mí. [Desde] ese momento yo realmente no creí en Dios."
Tal vez lo mismo pase con esos niños. Puede que descubran algo que les fascine y les obligue a consultar un guía de campo científico. Tal vez se sientan motivados para estudiar ciencias naturales en la universidad. Y en el momento en que lleguen a la universidad, probablemente reconozcan las tensiones entre la perspectiva dualista y la perspectiva monista. Si todavía creen lo que les enseñaron en la escuela dominical, encontraran cada vez más difícil mantener su punto de vista dualista, a medida que se capaciten en la ciencia. A medida que perfeccionen sus propios métodos de descubrimiento, de experimentación y de verificación, pueden llegar a admitir que la visión monista naturalista del mundo abraza su entusiasmo más armoniosamente que hace la visión del mundo religiosa de su juventud.
El naturalismo no es para todos. Para muchas personas, la esperanza de una vida eterna y una relación interna y personal con Dios es el centro de su conciencia.
La necesidad de verificación científica sólo estorba a su razonamiento y acaba con muchas de sus esperanzas más codiciadas. En lo que a mí respecta, si un filósofo o teólogo quiere interpretar los datos científicos como divinos, tiene derecho a hacerlo. (!Incluso puede escribir con una pluma de ave, si así lo desea!) Pero cuando la gente niega la verdad empírica- como cuando se burlan de la evolución o sostienen que los seres humanos fueron creados más o menos en su forma actual hace unos pocos miles de años-hacen que la religión entre en conflicto con la ciencia. Me gusta pensar que la sociedad americana puede ser tolerante y honrar al intelectualismo, pero mis esperanzas podrían ser sueños de opio. Si los fundamentalistas se imponen, podríamos entrar en una nueva era de intolerancia y sectarismo. Cuando doy clases de biología, trato de dar a los estudiantes los hechos y dejar que ellos saquen sus propias conclusiones acerca de lo que estos implican. Si puedo llevarlos a plantearse preguntas importantes, como las preguntas que yo hacía cuando era estudiante, considero que mis esfuerzos han sido fructíferos.
Hago lo mismo cuando escribo una canción.
No quiero decirle a la gente lo que deben de pensar, pero quiero que piensen. A veces eso significa señalar verdades duras y hacerles examinar sus ideas preconcebidas, con la esperanza de provocar un diálogo más reflexivo. Para nuestro álbum de 2004, The Empire Strikes First, uno de los más directos políticamente, escribí una canción llamada “God’s Love” (El Amor de Dios) con el siguiente coro:
Dime, ¿dónde está el amor? En una creación descuidada, cuando no hay un "arriba".
No hay justicia, sólo una causa y una cura.
 Y una recompensa de sufrimiento, que parece que todos padecemos.
 Y lo que me da miedo es que lo llaman
El amor de Dios.

Nuestras decisiones y acciones reflejan nuestra forma de concebir al mundo. Desafiar a la autoridad y a los dogmas que impregnan nuestra sociedad no nos convierte en locos nihilistas del demonio empeñados en la destrucción. Si se hace con la mente abierta, estos desafíos pueden contribuir al discurso social informado y a una sociedad abierta. Eso por esto que es tan importante conocer acerca de la evolución: porque puede cambiar la manera en que pensamos acerca de nosotros mismos y del mundo que nos rodea.

Ocho cosas que puedes hacer para volverte activo.

sábado, 19 de marzo de 2011


  1. Fijate bien dónde y cómo gastas tu dinero. ¿Sirve para apoyar a las empresas que no se preocupan por ti? ¿Están destruyendo el medio ambiente, matando a los animales, tratando a tus amigos que trabajan para ellos como mierda? ¿Están tratando insistentemente de vender un producto que te produce cáncer? ¿Sus anuncios están diseñados para manipularte, para hacerte sentir inseguro o para hacer que sus productos parezcan más de lo que realmente son? ¡No tienes por que darle tu dinero a esos cabrones!Por lo tanto-¿compras muchas cosas que no necesitas? ¿Refrescos y comida chatarra en las tiendas de conveniencia, por ejemplo? ¿Acabas gastando un montón de dinero cada vez que deseas relajarte y pasar un buen rato? Hay mil cosas que tú y tus amigos pueden hacer, que son divertidas, creativas, y no cuestan nada (tener discusiones intensas, explorar las partes ocultas de tu ciudad, hacer música), en lugar de beber en los bares o ir al cine y restaurantes, así como hay mil maneras de comer y vivir de manera más barata (Food Not Bombs, construir muebles en vez de comprarlos, vivir en casas grandes con un grupo de amigos). Una vez que experimentes un poco, probablemente encontrarás que disfrutas más de la vida cuando no estás siempre desembolsando dinero.

  1. Ahora que gastas menos, ¡puedes trabajar menos, también! Piensa en cuánto más tiempo tendrás para hacer otras cosas. No sólo será más fácil hacer cosas que te ayudarán a gastar menos, como ser voluntario en Food Not Bombs (entre menos trabajes, más tiempo tendrás para darte cuenta de que no tienes que trabajar), también podrás hacer todas las cosas que nunca has tenido tiempo de hacer antes: viajar, hacer ejercicio, pasar más tiempo con tus amigos y aquellos a los que amas. Cuando haya un día soleado y hermoso, ¡puedes salir y disfrutar de él!

  2. Y tendrás tiempo para hacer las otras cosas que necesitas hacer para recuperar el control de tu vida y tu mundo. En primer lugar, empieza a leer. Realmente no importa qué, siempre que te haga pensar y te de nuevas ideas. Lee novelas sobre seres humanos que luchan contra su sociedad, como “El guardián en el centeno” de JD Salinger, “1984” de George Orwell o “trampa 22” de Joseph Heller; lee la hermosa prosa de los soñadores, Jeanette Winterson o Henry Miller. Lee historia: aprende de la revolución española en la década de 1930, donde ciudades enteras estaban a cargo de la gente que vivía en ellas, y no de gobiernos, aprende acerca de la lucha sindical en los E.U., o el Movimiento por la Libertad de Expresión en Berkeley en la década de 1960 . Lee filosofía, acerca de los problemas ambientales, lee libros de cocina vegetariana, fanzines underground, cómics y todo lo que caiga en tus manos. Aquí va una pista: si hay una universidad de tu ciudad, probablemente puedas obtener una membresía de alrededor de $ 10 al año-¡y la mayoría de bibliotecas incluyen videos, también!

  3. Leer no es la única manera de ampliar tus horizontes y clarificar tus ideas. Habla con la gente acerca de las cosas que te interesan, discute cuando no estés de acuerdo para que puedas conocer tus propias ideas mejor. Escribe a la gente que está haciendo los fanzines que te gustan, discute y debate con ellas, pídeles orientación para obtener más información acerca de lo que te interesa. Trata de escribir tus propias ideas, y compártelas con otras personas cuando te sientas seguro de hacerlo. Viaja a lugares diferentes, trata de aprender sobre otras culturas y comunidades, para que tengas más de una perspectiva sobre el mundo y puedas comenzar a imaginar como es el mundo a través de los ojos de otras personas.

  4. Ahora sabes lo que quieres, y puedes conseguirlo. Busca a otras personas y grupos con objetivos similares, y encuentra la manera de apoyarlos y/o participar en lo que están haciendo. Tal vez puedas copiar volantes y repartirlos en los conciertos, tal vez puedas organizar conciertos a beneficio de organizaciones que quieras apoyar (refugios para mujeres, bibliotecas radicales, grupos locales que protestaban contra la ejecución de Mumia Abu-Jamal o la protección del medio ambiente) . A lo mejor hay protestas públicas y manifestaciones en curso en las que deseas participar. Trata de ayudar a encontrar la manera de hacerlas más estimulantes y divertidas que un montón de gente con carteles, todo el mundo está aburrido de hacer eso y debe haber una manera más efectiva y emocionante de hacerlo.

  5. Puedes iniciar tus propios proyectos, bueno, ya sabes. Si no hay Food Not Bombs en tu área, consigue un grupo de personas y encuentra algunas empresas locales que donen sus restos de comida. Si hay algo anda mal en tu escuela, universidad o lugar de trabajo, trata de organizar una huelga para forzar a las "autoridades" a hacer algo al respecto ... y para demostrar a todos que las "autoridades" sólo tienen tanto poder como nosotros les damos. Si la calle principal de la ciudad carece de vida y emoción, trata de organizar un festival inesperado que tenga lugar en medio de ella un fin de semana. Agita la vida y las expectativas de todos, sacudeles la apatía y el aburrimiento para que empiecen a pensar las cosas. Establece redes con otras personas que también están interesados en tener un efecto en el mundo que les rodea, para que puedan ayudarse mutuamente a hacerlo.

  6. Al hacer todo esto, no dejes de cuestionarte a ti mismo y a tus ideas. Trata de ver a través de todos los programas sociales que has recibido a lo largo de tu vida: reflexiona cómo los roles de género limitan tu forma de actuar, cómo tus propias relaciones con la gente reproducen el mismo orden jerárquico contra el que luchas en la sociedad en general. Nosotros no vamos a cambiar realmente nada a menos que podamos crear nuevas formas de vida e interacción, nuevos valores que se demuestran en la forma de tratar a los demás. Demuestra a tus amigos lo mucho que te preocupas por ellos. Considera la posibilidad de hacer cosas que nunca pensaste que deberías o podrías hacer: bailar, cantar, admitir las cosas a las que te enseñaron a avergonzarte.

  1. Ahora mira hacia el futuro. ¿Cómo puedes seguir participando con estas cosas a medida que envejeces? ¿Cómo puedes construir tu vida para que siempre seas libre de hacer lo que quieras? Habla con la gente mayor que tú que no ha renunciado y no ha vuelto a la rutina diaria de comer, ver televisión, trabajar, dormir. Con un poco de inspiración de su parte y un montón de voluntad de la tuya, puedes mantener tus actividades y tu estilo de vida por tanto tiempo como quieras. El idealismo, la aventura, y la resistencia no tienen que estar reservados solo para los jóvenes. La historia está llena de hombres y mujeres que se negaron a ceder o calmarse, que fueron de la cuna a la tumba. Ellos son los artistas, los líderes, los héroes y heroínas que incluso las personas en la corriente principal respetan. Todos podemos tener una vida como las suyas, si somos lo suficientemente valientes e idealistas.



    Si todos reclamamos el control de lo que hacemos y lo que sucede a nuestro alrededor, si todos hacemos lo que podemos para hacer la vida más excitante y justa para todos, las cosas van a cambiar. Mucha gente sabe que no vivimos en el mejor de los mundos posibles, pero se convencen a si mismos que es inútil tratar de mejorar las cosas porque tienen miedo a comprometerse, a correr riesgos. Pero es esa falta de ambición la que constituye el riesgo más grande de todos-por que si no hacemos nada, y no pasa nada, perderemos nuestra oportunidad de hacer de este mundo el paraíso que debería ser. No seas tímido-no hay nada más emocionante que tomar un rol activo en el mundo que te rodea, ¡y no hay nada que valga más la pena!


    este mensaje llegó a ustedes cortesía de las Fuerzas Especiales
    CrimethInc.

Anarchy Evolution Capitulo 1

jueves, 10 de marzo de 2011


CAPÍTULO 1
EL PROBLEMA CON LA AUTORIDAD
Señor, no tengo necesidad de esa hipótesis.
-Pierre-Simon Laplace1

Para castigarme por mi desacato a la autoridad, el destino hizo de mi una autoridad.
-Albert Einstein2


Siempre he tenido un problema con la autoridad. Cuando estaba en el tercer grado de la escuela primaria Lake Bluff en las afueras de Milwaukee, mi maestra, Wanda Rood, sabía que yo odiaba que me llamaran por mi nombre completo, Gregorio. Siempre he sido Greg para mi familia y amigos, y cada vez que la señorita Rood me llamaba Gregorio para humillarme o intimidarme, la ira me consumía. Finalmente, un día que yo estaba hablando demasiado con mis amigos, la señorita Rood dijo: "Gregorio, ¿tienes algo que decirnos?" Le respondí, "No me llames Gregorio, Wanda".

Cuando mi madre se enteró de lo que había hecho, se echó a reír. "Esa boca te va a meter en problemas", dijo. Y así fue, sobre todo después de ella hablara con el director. Pero mi mamá casi nunca nos regañaba, mi hermano o a mí por ser rebeldes cuando éramos niños. Tal vez pensaba que quitar lo malo también quitaría lo bueno.


Todos nosotros somos bombardeados cada día por la gente que nos dice que debemos hacer y cómo debemos pensar. Los políticos tratan de convencernos de que tienen las respuestas a los problemas del mundo si nos unimos a sus causas. Los ministros, sacerdotes y predicadores nos dicen que tenemos que llevar una vida de acuerdo a los antiguos decretos o enfrentar las consecuencias en la otra vida. Estamos constantemente expuestos a los mensajes, sutiles o no tan sutiles acerca de cómo debemos comportarnos, en anuncios, películas, programas de radio y televisión, incluso en la música y en los libros.
Aún más alarmante que el número de estos mandamientos es su, a menudo, intolerancia. Toda mi vida he sido objeto de las actitudes fundamentalistas y dogmáticas, de las figuras de autoridad. Tal vez tengo una aversión congénita a la autoridad, pero siento que crecí rodeado de fundamentalismos - y hoy en día los fundamentalismos parecen ser aún más fuertes. Mi familia tiene una historia de evangelización religiosa, pero al menos mis antiguos parientes eran respetuosos del derecho al pensamiento independiente de los demás. Hoy no se puede abrir un periódico sin leer acerca de los fanáticos religiosos detonando bombas atadas a sus cuerpos o acosando a los que realizan abortos hasta el punto de la muerte. Los partidos políticos exigen pruebas de fuego a sus miembros para asegurarse de que no se apartaran de ordenes altamente partidistas. Incluso en los ámbitos en los que he elegido pasar la mayor parte de mi vida, la música y la ciencia; a menudo he encontrado que las autoridades rara vez se apartan de dogmas gastados y de expectativas sobrecargadas de lealtad3.

Hay dos posibles maneras de responder a estas exigencias. Una de ellas es aceptarlas, ya sea totalmente o con reservas. Muchos de mis amigos son religiosos, y me han dado muchas explicaciones de sus creencias. "Porque quiero ir al cielo y vivir para siempre," dicen algunos. O "porque quiero evitar el pecado", responden otros, o "porque quiero vivir la buena vida ejemplificada por los mártires." Estas respuestas son similares a las que mis amigos no religiosos me dan cuando les pregunto por qué se doblegan a las exigencias de la autoridad. "Porque yo no quiero pleitos", o "la vida es más fácil si evitas la controversia", o "Yo realmente no tengo mi propia filosofía, así que bien podría usar la de alguien más." La gente tiene muchas formas de justificar su comportamiento ante sí mismos y ante los demás.

La otra opción consiste en resistirse a la autoridad, ya sea en silencio o abiertamente. Cuando Bad Religion lanzó su tercer álbum, Suffer, en 1988, la portada del álbum mostraba a un adolescente de pie consumido por las llamas en una insulsa zona suburbana. (La imagen se nos ocurrió a mí y a mi amigo Jerry, quien la pintó, mientras estábamos trabajando en la barra de ensaladas de un restaurante en Los Angeles.) Esa imagen parecía captar al mismo tiempo la ira, la impotencia, y el desafío de mi adolescencia, emociones que alimentaron mis canciones y actuaciones en los primeros días de la banda. Y esa imagen también parece haber hecho eco en muchos fans de Bad Religion, porque he visto cientos de torsos y brazos adornados con tatuajes del “Suffer boy”.

Pero hay un gran problema con resistirse a la autoridad. Si no se puede confiar en ella, ¿en qué se puede confiar? Mucha gente se siente muy incómoda al renunciar a la certidumbre en que han basado sus vidas. Piensan que sin una base solida de fe, sus vidas no tienen ningún propósito o significado. Muchas personas religiosas, por ejemplo, creen que sin religión no puede haber moralidad. Temen que los seres humanos puedan usar su libre albedrío para hacer cosas terribles -robar, violar, asesinar- si no creen en un amoroso Dios que constantemente los vigila y los mantiene en el camino de la justicia.

Para quienes no vemos la necesidad de entidades sobrenaturales, esta es una creencia muy ofensiva. Califican nuestras vidas como desviadas y amorales. Tampoco tienen ninguna prueba empírica. Los países que son menos religiosos tienden a tener ciudadanos más respetuoso de la ley y generosos4. Ni siquiera tiene sentido, como los filósofos desde la época de Sócrates han señalado.5 Ya sea que dañar a los demás esté mal, en cuyo caso Dios no es necesario, o que dañar a otras personas sea aceptable, en ese caso las enseñanzas de Dios están mal.
Algunas personas tienen un miedo más básico. He tenido amigos que piensan que si cuestionan sus creencias en Dios o en la espiritualidad o en alguna "fuerza superior", iniciarán un largo y solitario descenso hacia la anarquía nihilista en sus vidas. Temen verse a sí mismos como nada más que animales sin alma, mecanismos biológicos, fragmentos de una conciencia temporal que pronto desaparecerá para siempre.

Este temor no está del todo fuera de lugar. El mundo natural y los procesos evolutivos que nos producen son anárquicos. No hay razón última de nuestra existencia. Nacimos de padres que nos amaron, si es que tuvimos esa suerte, y que querían que nos fuera bien en la vida. Pero no fuimos enviados a esta tierra con un propósito divino que sólo la comunión con el mundo espiritual puede revelar.

Sin embargo, la gente comete un gran error si llega a la conclusión de que debido a la anarquía del mundo físico la vida no tiene sentido. Mi conclusión es la opuesta. El que el mundo natural no tenga un sentido resalta el enorme significado inherente al mundo humano.

Me tomó mucho tiempo descubrir y poder describir en lo que confío en lugar de confiar en la autoridad. Tuve que experimentar diferentes ideas. Tuve que entrar en el mundo para ver que ideas funcionaban y cuales no.

Lo que funcionó para mí, puede no funcionar para otra persona. Sin embargo, he descubierto algunas cosas en mi búsqueda del sentido que quizá a otras personas les gustaría saber.


He tenido el gran privilegio de vivir mi vida entre el arte y la ciencia -o más específicamente- entre la biología evolutiva y el punk rock. Estas dos áreas parecen no tener mucho en común. Cuando estoy dando clases de biología en la UCLA, la mayoría de los estudiantes no saben que yo soy el cantante de Bad Religion, aunque de vez en cuando veo que alguien con una laptop está, obviamente, viendo uno de mis conciertos. Y cuando estoy cantando en el escenario, pocas personas saben o les interesa el trabajo que he hecho en biología evolutiva. Pero he descubierto que los dos tienen una conexión subyacente-una celebración de la creatividad inherente a la vida-que hace que la combinación sea menos exótica.

Muchas personas religiosas dicen que toda la creación viene originalmente de Dios, pero yo nunca he creído en Dios. Mis padres nunca me inculcaron esa idea, y nunca he visto ninguna razón para adoptarla. Nunca he visto ninguna prueba en nada de lo que he hecho de que algún tipo de fuerza ajena a la naturaleza actúe para influir en el mundo físico o biológico. Si se pudiera demostrar que esas evidencias existen, tendría que pensar en cambiar mi postura. Pero no creo que ninguna de esas pruebas se encuentren, y la mayoría de los creyentes religiosos no esperan y ni siquiera desean que dicha evidencia aparezca. Para mí, la existencia o no existencia de Dios es una trivialidad.

Si la gente me pregunta por mi visión del mundo, digo que soy un naturalista. Cuando la mayoría de la gente oye esa palabra, piensan en alguien que pasa mucho tiempo al aire libre observando aves y admirando paisajes-y supongo que esa descripción se aplica a mí- pero veo al naturalismo más como una filosofía que como un estilo de vida. Desde una perspectiva filosófica, los naturalistas creen que el universo físico es el universo. En otras palabras, no existen entidades sobrenaturales o fuerzas que actúen sobre la naturaleza, porque no hay evidencia empírica de que haya algo más allá o fuera de la naturaleza. Los naturalistas plantean que el universo se compone de sólo cuatro cosas: espacio, tiempo, materia y energía y eso es todo.6 La materia y la energía en el universo pueden unirse en un número esencialmente infinito de configuraciones a través del tiempo, y estas configuraciones no se pueden predecir con certeza usando complejos sistemas por largos periodos de tiempo.7 Pero la materia y la energía no influyen y no están influidas por fuerzas sobrenaturales.

Me volví punk mucho antes de que me considerara naturalista, pero ambas visiones del mundo en realidad tienen mucho en común. El punk rock, en el mejor de los casos, considera una apertura hacia la experiencia, la confianza, la razón y la evidencia, y cuestiona la sabiduría recibida. La ciencia, que se basa en la perspectiva naturalista, también cuestiona y no se conforma con el dogma. Cuando surge una nueva idea que encaja con la evidencia, tenemos que cambiar nuestra opinión con respecto a las anteriores. Creo que si Charles Darwin estuviera vivo hoy, encontraría algo muy atractivo en el punk rock.

Ni el punk rock, ni el naturalismo nos pueden decir exactamente cómo vivir nuestras vidas. No responden muchas de las preguntas fundamentales a las que nos enfrentamos. ¿Esta persona es buena o mala? ¿Cómo debemos comportarnos con ella? ¿Dónde podemos acudir por orientación? ¿En qué y en quién podemos confiar? El razonamiento sólo juega una parte en el papel de dar respuesta a estas preguntas. Gran parte de la vida es impulsiva, instintiva, y al parecer automática. Pero la comprensión de lo que podemos y de lo que no podemos controlar es esencial para responder bien a estas preguntas.

Para mí, la evolución proporciona el contexto para nuestras vidas. Sí, la evolución tiene implicaciones que nos pueden inquietar profundamente. Pero en las cuestiones importantes debemos buscar la verdad, aunque la verdad sea difícil de aceptar. El naturalismo puede proporcionarnos las bases para la construcción de una visión del mundo coherente y consistente sobre la que podemos basar las decisiones importantes. De hecho, diría yo, es la única perspectiva que puede proteger tanto nuestra felicidad como personas como nuestra supervivencia como especie.


Yo no entendía mucho sobre el mundo antes de los quince años. Vivía en una pequeña parte de él, en el sureste de Wisconsin. Mis padres no eran religiosos (aunque mi bisabuelo materno, Edward M. Zerr fue un destacado comentarista de la Biblia en la primera mitad del siglo XX). Mi mamá y mi papá eran profesores universitarios, que nos llevó a mi hermano y a mí, hacía Carl Sagan, Andy Warhol, Monty Python, Saturday Night Live, y la radio pop. Pasé la mayor parte de mi infancia queriendo ser cantante. Nunca tuve un promedio mayor de 8 hasta finales de la preparatoria, e incluso en esa etapa no fui un estudiante destacado. En pocas palabras, las preguntas trascendentales de la vida nunca pasaron por mi feliz infancia. Yo estaba contento con el amor de mi familia y mi inclusión en los circuitos de buenos amigos.

Mamá y papá se separaron cuando yo estaba en segundo grado, después mi hermano y yo nos adaptamos con relativa facilidad a vivir en dos hogares. La nueva casa de mamá, en un suburbio de Milwaukee llamado Shorewood, se convirtió en nuestro lugar para la escuela, tareas y rutinas entre semana. Papá vivía en nuestra antigua casa en Racine, veinticinco kilómetros al sur de Milwaukee. Nos quedábamos con él cada fin de semana y la mayoría de nuestros veranos. Pasábamos muchas horas en nuestras bicicletas todos los días y practicando deportes con los niños del barrio -algunos de los cuales siguen siendo los mejores amigos que tengo. Mi madre y mi padre siempre se llevaron bien después de su separación, por lo que no nos vimos afectados con los antagonismos de un amargo divorcio. Puede que en ese entonces no considerara mi vida como idílica, pero en retrospectiva me doy cuenta de que era lo más cercano que puedo imaginar a la gran niñez americana.

Un día, cuando estaba en sexto grado, mi madre nos sentó, a mi hermano y a mí, en la mesa del comedor. Ella nos dijo que había conseguido un trabajo de administradora en la UCLA y que los tres nos mudaríamos a California. Mi primera pregunta fue "¿Y los terremotos?" Ella nos aseguró que no sucedían muy a menudo (aunque desde entonces he sentido varios). Mi segunda pregunta fue "¿Qué hay de papá?" Ella nos dijo que todavía viviríamos con él todos los veranos y durante las vacaciones de Navidad, al igual que en el pasado.

Cuando nos mudamos a California en 1976, todo era diferente. Como estudiante de secundaria que nunca había visto las montañas o el desierto, me pareció muy caluroso, seco y extraño. Los niños eran diferentes a los niños de Wisconsin -más alivianados de lo que yo era y, al principio, mucho menos amigables que mis compañeros en Wisconsin. Las chicas parecían mucho más experimentadas en su elegancia sexual, y en su forma de vestir. Les importaba la moda e ignoraban a los que consideraban raros.

Yo tenía pelo castaño oscuro y ondulado, imposible de peinar al estilo rock-and-roll de la década de 1970. Usaba camisas de terciopelo de Kmart y pantalones de pana, porque eran más baratos que los de mezclilla. Tenía zapatos baratos, también de Kmart o Payless, siempre gastados, con ridículos logotipos que emulaba las marcas más populares que los otros niños usaban. Andaba en una bici de carreras que era pesada, lenta, y con la que no podía saltar o patinarme. Tenía una patineta de plástico azul con ruedas de balero ruidosas, totalmente inadecuada para los parques de skate que eran tan populares en el sur de California. Nunca había ido al mar. Pensaba en la playa como en un lugar para ir a nadar, no como un símbolo o un estilo de vida.

Cuando llegué a California por primera vez, los niños me preguntaron: "Cuate, ¿fiesteas?" Pensé en las fiestas de fin de año de nuestra casa en Racine. Nos dormíamos hasta pasada la medianoche y comíamos helado y tomábamos refresco. Me tomó cerca de seis meses darme cuenta de que "fiestear" era un eufemismo para drogarse. Veía un montón de compañeros de séptimo grado venir a clase con los ojos rojos, sonrisas eufóricas y apestando a hierba. Mis compañeros de taller tenían proyectos secretos que realizaban sólo cuando el maestro salía a fumar su cigarro. Sus trabajos consistían en tubos de poliuretano que rescataban de los desperdicios, sellados por debajo, y lijados por el otro extremo, con algunos agujeros perforados con el taladro. Yo estaba desconcertado hasta que un compañero de clase me dijo: "Compa, checa mi pipa. chingona, ¿no?" No sólo ignoraba que era una pipa, sino que tampoco entendía el adjetivo usado para describirla, ni por qué la estaba ocultando. Lo único que sabía era que había algún extraño secreto en todo eso, y yo no sabía que era.

Los niños en mi escuela ascendían en la escala social mediante la revelación de sus conocimientos del rock-and-roll, compartiendo sus colecciones secreteas de revistas porno, pastillas y cigarros de marihuana. Si aceptabas sus ofertas, eras uno de ellos, un compañero de confianza. Si tenías miedo de participar, eras un perdedor de segunda. En otras palabras, si seguías a la masa, incondicional y complacientemente, eras aceptado y recompensado con el estatus social. Si dudabas de la norma o de alguna manera ibas contra la corriente, ibas cuesta abajo en la escala social. A pesar de la mitología que California era libre y tranquila, mis días de escuela me revelaron que sólo había algunas algunas formas aceptables para formar parte de la multitud de moda. Yo me sentía más cómodo en mi círculo social en Wisconsin, pero aquel no tenían lugar en la vanguardia de América. En California, me estaba convirtiendo en un solitario.

Me empecé a juntar con aquellos a los que llamaban tetos, nerds, matados, maricas. Pasábamos mucho tiempo escuchando y hablando de música, un interés apasionado que había traído conmigo desde Wisconsin. Pero no me gusta las bandas favoritas de los drogos que adoraban a Led Zeppelin, Rush, Kiss, Foreigner, Styx, Ted Nugent, Bad Company, Lynyrd Skynyrd, y otros. Tenía distintos gustos musicales.

Al final de la secundaria, me acerque a un nuevo escenario social que en ese momento empezaba a tomar forma en California -los punk rockers, que se alejaban de lo comercial y eran despreciados por la mayoría de chicos de la secundaria en Los Ángeles. El punk en ese momento era tanto un postura estética y filosófica como un género musical. Rechazaba todo tipo de autoridad, estoy seguro que esa es la razón por la que me atrajo. Además, parecía dar la bienvenida a la anarquía que caracterizaba mi vida en California. Los punk parecían estar desilusionados con la promesa de la cultura californiana. Muchos de sus padres no vieron realizadas sus esperanzas y sus sueños, por lo que varios fueron abandonados a su suerte en la adolescencia, porque sus tranquilos hogares en los suburbios estaban sin vigilancia la mayor parte del tiempo. El divorcio era rampante. Muchos padres solteros, como los míos, tenían que luchar por ganar suficiente dinero para pagar el sueño americano. Se espera que los chicos se comportaran y encontraran actividades que no fueran destructivas o ilegales. El crecimiento de los suburbios de Los Ángeles se extendió tan rápida y ampliamente que la región entera se convirtió en una gran expansión urbana. La gran ironía del ideal suburbano en Los Ángeles es que muchos de los suburbios han terminado mezclándose a la perfección con los peores aspectos de la parte urbana. El embarazo adolescente, el robo, el abuso de drogas, y la falta de supervisión paterna-justificada por la falsa premisa de que los suburbios son un entorno más seguro que el "de la ciudad" - llevó a una disonancia peligrosa para muchos chicos de los suburbios. Este fue el escenario que dio lugar a la escena punk californiana. El punk de California abogó por una caótica amalgama de influencias, desde la música surf hasta el reggae, del folk al pop. Era tan diverso como la escena cultural de toda la región metropolitana de Los Ángeles. El antagonismo juvenil que surgió de este amasijo se filtró en la conciencia colectiva subcultural del movimiento punk. En contra de la conformidad tácita de los suburbios del sur de California, los punks eran vistos con temor y desprecio.
Me volví punk a los quince años. Me corté mi ondulado pelo casi a rape, lo teñí de negro, y pinte letras negras en mis camisetas. Nunca fui tan lejos como para hacerme piercings o tatuajes, pero en las fotografías y videos tomados en ese momento me veo como un joven punk amenazante. Eramos tres punks en mi escuela, y todos nosotros, en un momento u otro, fuimos golpeados por la gente de la escuela que se oponía a nuestra apariencia o a nuestros gustos musicales. Un maestro cuya aula estaba al lado de mi casillero, se burlaba de mi todos los días. "¡Punk rock!”-Decía todos los días con el mismo tono sarcástico y despectivo."¿Deberíamos estar preocupados? " Que un profesor se metiera conmigo era un concepto totalmente extraño para mi. Mis padres eran educadores que nunca denigrarían a alguien por expresar su individualidad.

La violencia por parte de los otros estudiantes me asustó pero al mismo tiempo me hizo sentir poderoso. Me hizo darme cuenta de lo frágil que en realidad eran la mayor parte de los conformistas, con cuanta facilidad podían ser llevados al punto en que podían perder el control. Encontré gran consuelo en la comunidad de punks de diferentes escuelas, diferentes barrios y diferentes culturas, todos con historias similares de opresión y abuso. Empecé a sentir que había una manera de hacer frente a la alienación social de mi entorno en la Costa Oeste. Fue a través de preguntas y desafíos, no de conformismo y aceptación. Aprender a ser un individuo fue el mejor regalo que recibí al crecer como punk.

En el momento en que entré en décimo grado, yo me sentía completamente ajeno a la escena en la escuela. Vivía sólo esperando el verano para pasarlo con mis amigos en Wisconsin. En Los Ángeles, pasaba la mayor parte del tiempo solo o con los otros excluidos que sufrían el diario bombardeo de insultos punk.

Dos cosas en la escuela me salvaron de naufragar en una existencia sin sentido. La primera fue la música. Me hice amigo de un niño dos grados adelante que yo, llamado Brett Gurewitz. Era un punk, al igual que yo, sin interés por la escuela, pero muy inteligente. Quería formar una banda y tenía guitarras, micrófonos y amplificadores, pero sin confianza para cantar. Un amigo común nos presentó diciendo: "Mira, Brett, él es Greg- canta muy bien." En realidad, hasta ese momento, nunca había agarrado un micrófono en mi vida. Pero de alguna manera había convencido a mi amigo que yo era un cantante experimentado, y en una semana Brett y yo estábamos escribiendo canciones y tocando juntos como guitarrista y cantante. Brett conocía a un baterista, Jay Ziskrout; la primera vez que ensayamos juntos, yo canté lo más fuerte que pude, y todos coincidimos en que eramos tan buenos que nos reuniríamos de nuevo en una semana. Hablamos con otro amigo nuestro, Jay Bentley, de cambiar de la guitarra al bajo. En un mes, éramos una banda de cuatro miembros con seis canciones que Brett y yo habíamos escrito. Empezamos a ensayar todos los días después de la escuela en el garaje de mi madre-un sofocante y oscuro edificio, separado de la casa que cariñosamente empezamos a llamar "el hoyo del infierno".

En ese momento nos enfrentamos a un problema común para las nuevas bandas- como nos íbamos a llamar. Mucha gente nos pregunta por el nombre de nuestra banda, que finalmente eligimos después de muchas lluvias de ideas. En primer lugar, hay que recordar que eramos punks de quince años de edad-que queríamos hacer encabronar a la gente. Cualquier cosa que pudiera hacer que los padres, maestros y personas con autoridad era objeto de debate. También queríamos un nombre que sugiriera un gran logo para calcomanías y camisetas. Muchos de los nombres eran convincentes, pero demasiado repulsivos. Esmegma, secreción vaginal, y cabeza de queso podían haber hechor que grandes logos, pero los rechazamos por no ser representativos de nuestras canciones. Jugamos con un montón de nombres con la palabra "malo"-Bad Family Planning, Bad politics. Cuando dimos con Bad Religion, Nos pareció perfecto. Ese año, 1980, era un momento de creciente importancia para los tele-evangelistas como Jimmy Swaggart, Pat Robertson, y Jim Bakker.8 El año anterior, Jerry Falwell había fundado la Mayoría Moral, que tenía una poderosa influencia en la elección presidencial entre Jimmy Carter y Ronald Reagan. La religión era un tema candente, y los predicadores de televisión me parecieron un buen objetivo, aunque no pensamos que podría durar más de unos cuantos años. Sabíamos que la mayoría de la gente estaba tan a la defensiva acerca de sus ideas religiosas que se sentirían muy ofendidos por nuestro nombre- ¡una gran ventaja! Y luego a Brett se le ocurrió un logotipo que representaba nuestra posición filosófica. Nos sentimos completos.

Treinta años más tarde, el nombre de Bad Religion continúa ofendiendo a algunas personas. Lo mismo ocurre con nuestro logotipo-una cruz cristiana con una barra roja atravesándola (al que se le ha llamado el anti Cruz). Ninguno de nosotros ha arrepentido de elegir de ese nombre o ese logotipo. Consideramos que el anti Cruz es una especie de señal de "no estacionarse," en el sentido de que si ves el logotipo significa "no encontrarás cristianismo aquí." El nombre y el logo nos marcó desde el principio como una banda dispuesta a pensar por sí misma. Sugería que nuestras canciones tenían un tinte más filosófico. Nos evitó tener que lidiar con personas que eran excesivamente críticas de la música que desafía lo convencional. En resumen, nos dio la libertad creativa para hacer lo que queríamos.

Otra cosa que me salvó en la preparatoria fue mi descubrimiento de la ciencia y, sobre todo, de la evolución. Para la Navidad de 1977 mi madre me dio un libro llamado "Atlas del hombre primitivo” de Manby Jacquetta Hawkes, que todavía tengo en mi librero.9 Este libro traza la historia de los seres humanos desde hace 35.000 años y hasta el presente, con una gran cantidad de ilustraciones y líneas de tiempo para ilustrar los acontecimientos más importantes. Leí ese libro cuidadosamente en la secundaria. No pude entender mucho, porque incluía conceptos que eran demasiado avanzados para mí en ese momento. Pero la narrativa general era tan convincente que pude armar una cronología básica de la historia cultural humana.

Dos navidades después, mi mamá me dio el libro “Orígenes”, de Richard Leakey y Roger Lewin, que describe la evolución de los seres humanos desde nuestros antepasados primates.10 Ese libro me acercó a una historia mucho más rica de nuestra especie. Esto sucedió al mismo tiempo en que Brett y yo estábamos formando Bad Religion, y la letra de una de las primeras canciones que escribí en el segundo año de la preparatoria se inspiró en ese libro. Aquí están las últimas líneas de Orígenes:

Somos un solo pueblo y todos podemos luchar por un objetivo: la supervivencia pacífica y equitativa de la humanidad. Haber llegado a esta tierra como el producto de un accidente biológico, sólo para abandonarla a través de la arrogancia, sería el colmo de la ironía.

La canción que escribí se llama "Vamos a morir por nuestra propia arrogancia (We’re Only Going to Die from Our Own Arrogance)", que se incluyeron en nuestro primer disco in1981, justo después de cumplir dieciséis años. Aquí encontrarás las letras de canciones:

El hombre primitivo se marchó cuando el hombre moderno tomó el control.
Las mentes eran distintas, la conquista era su objetivo.
Así construyó su gran imperio y sacrificó a su propia especie.
Entonces murió como un hombre confundido, se suicidó con su propia mente.
Vamos a morir por nuestra propia arrogancia.


Esa canción se convirtió en una afirmación que defina a Bad Religion. Todavía la cantamos en los conciertos de hoy, y más tarde otras bandas nos rindieron homenaje grabándola, en sus propios álbumes. En retrospectiva, lo que me demuestra esa canción es que yo ya me había dispuesto a ver el mundo a través del lente de la evolución. Aun estaba muy lejos de desarrollar una coherente visión naturalista del mundo. Pero leer ciencia, y escribir sobre ella en la música, me demostró que había una gran compatibilidad entre las artes y las ciencias. Yo quería ser tomado en serio como compositor, y la visión científica del mundo podría ser mi inspiración.

No tenía sentido de la moda. No tenía una apariencia única o un peinado atractivo. Pero ya había empezado a desarrollar una visión única del mundo al estudiar la evolución y la biología. Puse todo mi esfuerzo en desarrollar la idea de que si podía cantar acerca de temas únicos, entonces realmente no importaba si yo no estaba en onda o si usaba drogas. Podría hacerme un nicho como algo único en el mundo punk: un cantante de letras prolíficas y un trasfondo de ciencia natural.


La escuela era un lugar para aprender acerca de la evolución, pero no me fue de mucha ayuda. Al igual que en muchas clases de biología de secundaria, en mi escuela se minimizaba la evolución, aunque es la clave de toda la biología, teníamos sólo una unidad de una semana acerca del tema. Así que tuve que educarme. Me compré una económica versión rustica de “El origen de las especies” y me puse como meta leer un poco todas las noches antes de acostarme. Empecé a armar una biblioteca acerca de la evolución que hoy ocupa toda una habitación de mi casa.

Para nuestro proyecto final, teníamos que hacer una exposición sobre lo que habíamos aprendido ese año. En lugar de regurgitar uno de nuestros experimentos de laboratorio, al igual que la mayoría de los estudiantes, quise imitar a Donald Johanson, el famoso paleoantropólogo. Él había dado una inspiradora conferencia pública a la que asistí, donde habló sobre los descubrimientos que había hecho en África, incluyendo a su hallazgo fósil más famoso, Lucy.11 Pedí prestado el proyector de diapositivas de la preparatoria El Camino Real, tomé fotografías de las ilustraciones a color de mis libros, y armé lo que debió ser la explicación más rudimentaria de la evolución humana jamás presentada. Le expliqué a mis compañeros de clase que la evolución se basaba en la competencia y que algunas formas de vida eran más aptas para la vida que otras. Les dije que toda la evolución tiende hacia la perfección, y que, a pesar de numerosos intentos fallidos y callejones sin salida, el linaje evolutivo más exitoso y elaborado era la especie humana. Dije que todos los atributos humanos eran originalmente adaptaciones a la vida en la sabana en África. En resumen, mas o menos describí la historia de la existencia humana, con la sugerencia tácita de que el propósito de la vida era simplemente que todas las especies evolucionaran hasta convertirse en individuos altamente avanzados y más perfectos.12

Gran parte de lo que dije en esa conferencia estuvo mal. La evolución no tiende hacia la perfección. Depende tanto-si no es que más-de la cooperación y del azar como de la competencia. La evolución no tiene dirección. Es anárquica, sin embargo, de esta anarquía han salido entidades biológicas de gran sofisticación y belleza. Muchos de nuestros rasgos humanos más importantes no son adaptaciones a ambientes prehistóricos y los humanos están lejos de la perfección evolutiva.13 Estoy seguro que la mayoría de mis compañeros estuvieron felices de tomar una siesta durante mi exposición. Pero recibí un 10 en esa clase, y mi profesor escribió en mi boleta de calificaciones "dio una gran platica sobre la evolución."

Todavía estoy orgulloso de esa calificación, pero recuerdo en ese momento pensé que tenía mucho que aprender. Haber formado Bad Religion y el descubrimiento de la evolución me obligaron a examinar las cuestiones importantes de la vida. Pero sabía que para cantar sobre los problemas de la vida cotidiana desde una perspectiva que incluyera a la ciencia se necesitaba una visión mucho más grande del mundo.
Una de las afirmaciones más famosas acerca de la evolución es que "nada en biología tiene sentido si no es a la luz de la evolución."14 En la preparatoria, interpreté esta declaración en el sentido de que no podemos entender la vida si no entendemos la evolución . Estaba seguro de que la ciencia evolutiva podría responder a las grandes preguntas intelectuales de mi adolescencia.

Todavía creo que todos deben tener por lo menos una comprensión superficial de la evolución. Algunas personas están profundamente preocupadas por las implicaciones de la evolución, pero es una parte esencial de la narrativa de las ciencias de la vida moderna. No estoy de acuerdo con aquellos que rechazan la evolución en favor de una filosofía creacionista, especialmente si basan su rechazo en razón de que la autoridad religiosa debe prevalecer sobre la ciencia. La gente necesita entender los conceptos básicos de la evolución si la van a rechazar, de lo contrario, no están contribuyendo en nada productivo a la sociedad moderna. Para mí, la negativa a aceptar la evolución equivale a negar todos los avances logrados por la ciencia del siglo XX y de volver a un momento en que la teología creacionista natural, de conformidad con la autoridad eclesiástica, era la mejor fuente de información sobre el mundo natural.

Los mecanismos inmersos en la evolución son diferentes de los hechos que dan lugar a mis sentimientos. Sin embargo, la lectura de la evolución me ha ayudado a través de muchos momentos difíciles. La evolución está llena de callejones sin salida, como es la experiencia de cada vida humana-el fin de las relaciones, la pérdida de tiempo, las canciones sin terminar, las metas no logradas. Todos los organismos y las especies mueren, al igual que todos nosotros debemos morir. Sin embargo, la tragedia también implica creatividad y oportunidad. A lo largo del tiempo evolutivo, las especies se han extinguido y la tierra se ha vuelto a llenar con nuevas.15 Como el jefe científico de Parque Jurásico Michael Crichton, dice, "la vida encuentra el camino."

Nunca caí en el nihilismo, al igual que algunos de los punks que conocí. Nunca me apegue a la filosofía de que "todo es una mierda, así que ¿para qué preocuparse." Las personas que piensan que la auto-destrucción es la única respuesta lógica a un mundo sin Dios no son nobles realistas -están equivocados en el mejor de los casos o, más grave, mentalmente enfermos. Lo que hacemos tiene una profunda influencia no sólo en los más cercanos a nosotros, sino en círculos mucho más amplios de gente de lo que nos imaginamos. Tener un papel en la narrativa de la vida en este planeta me da un sentido de lugar. Me da una perspectiva desde la que veo las situaciones malas. Me ayuda a reconocer mi importancia en los que me rodean y la necesidad de mejorar en vez de disminuir sus vidas.

¿Puede el naturalismo competir con la religión al proporcionar la base para una vida con sentido? Yo creo que sí. El naturalismo no es una religión. No presupone un mundo más allá del mundo que se puede atestiguar de forma empírica, como la mayoría de las religiones lo hacen. Pero el naturalismo puede ofrecer un patrón para una visión global significativa con coherencia interna. Por lo menos, una comprensión de la evolución puede ofrecer una base para llegar como seres racionales a un acuerdo sobre las respuestas a preguntas difíciles.